MARIA CORINA LA REACCIONARIA
Voy a hacerle un regalo a María Corina, en caso de que quiera llegar a ser presidente. Lo voy a hacer porque:
1. Sé que no lo va a leer
2. Si lo lee, sé que no le va a prestar atención
Si fuese a hacer caso a mis recomendaciones, ni de vaina lo escribo, considerando que María Corina ya ha mostrado que sufre de homofobia. Sólo vean el video en el que muestra lo “hábil” que es con el discurso; cómo despacha la defensa de los derechos de las minorías sexuales con la excusa de que “está abierta al diálogo” y que eso requiere “una larga discusión”; que ella tiene clara su postura personal al respecto (no la dice pero se intuye muy bien entre las líneas) y que, en todo caso eso choca con creencias profundamente arraigadas de los venezolanos.
Toda una joya de la demagogia. Se ve que no quiere perder los votos de la mayoría (homofobica). ¿Acaso las creencias son más importantes que las personas de carne y hueso? Son precisamente esas creencias las que causan estigma, discriminación y crímenes de odio. Además, si ella está en contra, y su discurso muestra que personalmente le choca ¿cómo va a poner su ideología a un lado para ponerse del lado de los afectados? Todos los políticos que sufren de homofobia se mantienen fuera del tema o, peor aún, trabajan activamente para revertir los logros del colectivo LGBT. Vean el caso del estado de California en Estados Unidos y los lleva y trae de Ciudad de México y Argentina antes de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo.
En este punto ella es exactamente igual que Chávez y su “los venezolanos no lo vemos bien”. Claro, Chávez intentó aplicar la misma demagogia, pero el periodista italiano lo acosó hasta que éste respondió “yo tampoco lo veo bien”. ¿Y qué logros ha tenido el colectivo LGBT en estos 12 años? Los gays “revolucionarios” no pueden mostrar ni uno sólo, más allá de su adhesión incondicional al máximo líder, lo cual sólo les sirve para salir en VTV como propaganda gratis para “el proceso”.
Así que bueno, escribo estas líneas para mostrar cómo opera la cultura y cómo entendiéndola podemos hacer recomendaciones y predicciones (si las condiciones culturales no cambian). Por supuesto, lo hago porque, si María Corina se lanza a candidata presidencial, después de las elecciones voy a escribir un post llamado “Te lo dije María Corina”.
LOS ELECTORES LAS PREFIEREN BRUTAS Y SUMISAS
Quien vea los videos de María Corina rápidamente capta que tiene clara la imagen que quiere proyectar. Esa blusa blanca y esa pose segura y aguerrida transmiten, al menos para mí, el mensaje de “yo misma soy”. Vean por ejemplo el video donde Jorge Amorín la entrevista. Como Chávez al aparecérsele a Nitu con un ramo de flores, María Corina pica adelante intentando mostrar quién tiene el control de la situación; “acércate un poquito a mí”; “tú no me tienes miedo ¿no? a ver”; lo toca y repite su nombre “Jorge, ¿no?”. Se ve que tiene su cajita de herramientas pensada de antemano.
Ya he comparado a María Corina el máximo líder, pero eso no indica que ella vaya a ganar la misma popularidad si se lanza como candidata presidencial. De hecho, es precisamente ese parecido con Chávez lo que la va a empavar. Todo por una cuestión de género; Chávez es hombre y ella, obviamente, mujer.
Sigan el video, cuando Jorgito le saca el insulto de Chaderton, “las piernas más bonitas que se le han arrodillado al imperio”. No se confundan, el insulto no es la bobaliconada bolivariana del imperio, eso es puro aire sin referentes. La verdadera desvalorización es el recordatorio de que ella es mujer y que las mujeres, al menos en Venezuela, tienen las piernas bonitas.
¡Ouch! ¡María Corina quiere mostrar que ella es tan aguerrida como un hombre y que por eso puede ponerse a su altura! Ella de hecho, con esta pose de amazona urbana del este de Caracas se está cavando un foso. Todos sabemos muy bien “cómo deben ser las mujeres”; pelo batido, mucho maquillaje, tetas operadas… ¿No es eso lo que nos enseña el Miss Venezuela? Irene Saenz estuvo cerca de la presidencia, hasta que un error táctico cerró su posibilidad de ganar las elecciones contra Chávez. Ella tuvo chance, primero, por su gestión en Chacao y, segundo, porque se ajustaba a lo que se esperaba de ella como mujer. Además de inteligente seguía “bella como en el Miss Universo”.
María Corina es presuntuosa. Habla fuerte y se le impone a los hombres. Hagan un sondeo de opinión y verán que seguro la perciben como marimacha. Pelo liso y ¡sin laca! ¡Por Dios!; poco maquillaje; ropita sencilla. Algo no cuadra, y eso el electorado no lo perdona. Obvio, lo que no cuadra es que no es como una Miss, como debe ser una mujer venezolana.
Ahora bien ¿y por qué María Corina no es percibida como una “mujer-mujer”? (usando la frase de una amiga). Porque en la extracción social de la que ella proviene los códigos son distintos. En este punto es dónde la maquinaria electoral de María Corina termina de poner la torta. Las dos grandes notas del estilo de la candidata están mal, muy lejos de posicionarla como la ganadora. Cualquier que haga una búsqueda en Google no encontrará a Maria Corina entre negritos; salen fotos con los Vollmer, los Zuloaga y muchos blanquitos anónimos del este de Caracas, incluso en sus celebraciones públicas como política. Mucho me temo que María Corina y su combo no son capaces de ver la Venezuela a la que pretenden gobernar.
EL EXTREME MAKEOVER PARA MARIA CORINA
Así pues, si María Corina se quiere hacer presidenciable necesita de un equipo que la ayude a dejar de ser ella misma. Yo pongo acá mi granito de arena para esta tarea, diciendo lo que hay que acomodar. Por un momento seré como Osmel cuando pone a las niñas encima de la mesa y las evalúa como vacas o esclavos, mientras un asistente toma nota de las operaciones a realizar.
Para empezar, la pose de amazona urbana luce forzada y contraproducente. María Corina debe aprender a dosificar mejor las frasecitas esas de control para que parezcan naturales. Además, debe “ensuciarse” un poco. Todo en ella se ve demasiado “limpio”. Por supuesto estoy hablando con los términos que este grupo de gente puede entender. Con el adjetivo me refiero en primer lugar a la irrealidad de esa blusa tan blanca; parece de comercial de El reto de la blancura ACE. Además, hace falta meter mucho café con leche alrededor; gente de todos los colores y muchas con menos educación formal. Señores, no estamos hablando de la producción de una novela de Televisa, sino de crear la candidata en un país pobre con mucho petróleo. No piensen en París y olvídense de las revistas para vestirla. Vayan al centro de Caracas y piensen en palabras como rastacuerismo, nuevorriquismo y boliburguesía; juezas adecas, lila morillo… Así es el venezolano.
Hay que buscar el punto en el que las masas se van a identificar con ella. No con la niñita bien cuyo género es más parecido a la de las del norte, sino a las de Venezuela; coloreadas, pasionales y, por supuesto, por debajo de los hombres (no pagan la cuenta y dicen ¿papi tú me quieres?). Que se bata el pelo, que use más maquillaje, que se note que también se las operó, como en el matrimonio de María Luisa y Francisco Alberto.
De no seguir estas recomendaciones -que no digo que sean buenas aunque sí útiles dado el contexto cultural en Venezuela- María Corina fracasará estrepitosamente. Creo que habría que desarrollarle ese sentido escondido en la frase “yo tengo muy clara mi postura personal” respecto a la diversidad sexual. Son las mujeres las que mejor transmiten el machismo. Que se ancle en eso y se lo aplique a sí misma porque, de lo contrario, y paradójicamente, recibirá una cucharada de su propia medicina: No llegará a la presidencia por las mismas razones por las cuales no existen derechos para los sexodiversos. “Él país no está preparado para eso” o en palabras de esta envidiosa del pene* eso choca con creencias muy profundas de los venezolanos.
Descansa en paz, María Corina.
* el concepto freudiano con el que el psicoanálisis reaccionario, especialmente en los sesenta, se oponía a los derechos humanos y civiles de las mujeres.
Sigue leyendo en panfletonegro: http://www.panfletonegro.com/volante/2010/09/18/maria-corina/#ixzz10UEsUta4
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